Desde que recuerdo, tengo una amiga, pero una amiga de verdad, de las que siempre ha estado a mi lado, en los buenos momentos y en los malos, la que ha sido tantos años mi confidente, con la que he reído y llorado, y tantas y tantas vivencias. Pero cada una tiene su forma de ser, cada una tiene su vida y sus circunatancias, y no nos vemos todo lo que quisiéramos, ni hablamos tan a menudo como me gustaría. A pesar de todo eso siempre estamos la una para la otra. Para ella hoy era un día triste, y yo estaba allí,
- me dijo: te quiero mucho, aunque no te lo diga.
- mi respuesta fue: yo también pero a nosotras no nos hace falta decírnoslo.
Para mi eso es una gran amistad, casi como una hermana. Y estoy muy orgullosa de ello.
¿Tenéis esa suerte?